28
2013Bazaga, luthier de sueños
Fotos: Javi Aguilar © 2013
Una de las maravillas que nos brinda la fotografía es podernos acercar a las personas a través de nuestra cámara. Colarnos en sus vidas al menos durante un rato. Las personas que fotografiamos nos abren las puertas de sus casas, de sus talleres, de sus oficinas,… y nos permiten explorar su mundo, conocer lo que hacen, lo que les apasiona, lo que les hace felices,… Les observamos por el visor en busca del momento exacto en que se produce una conexión que nos abre su interior. Nuestra mayor recompensa como fotógrafos es ser testigos de ese momento de sinceridad. Fotografiar un breve momento en la vida de alguien, esperando que se reconozca en nuestra fotografía, y que ésta perdure en el tiempo. Este lado humano de la fotografía es sin duda mi mayor motivación, y la razón por la que un día decidí dedicarme a fotografiar personas.
Con Rafael Villanova Bazaga se produjo la conexión que tanto ansiamos los fotógrafos. Rafa es músico con una larga carrera artística detrás. Lleva muchos años subiendo a los escenarios acompañando a las bandas con las que ha tocado. Pero en el mundo de la música no es sólo conocido por eso. También lo es por ser un reconocido luthier. Un increíble artesano de las guitarras. Rafa realiza todo el proceso de elaboración desde el principio, desde que la madera es un taco sin forma, hasta que el ampli cruje cuando por primera vez se conecta el jack a la reluciente guitarra. En su taller no hay producción en serie. Cada guitarra es única. Creada desde cero. Un sueño puesto en las manos de los guitarristas y bajistas que acuden a él. Como él mismo dijo una vez: “¿Ves ese árbol?, pues dentro hay una guitarra.”
Cuando conocimos a Rafa quisimos ver el taller donde trabaja. Él insistía en que el taller estaba desordenado y que no tenía nada interesante. Esto nos lo decía mientras nos mostraba una alucinante colección de guitarras hechas por él, así es que no podía ser cierto del todo. A los fotógrafos nos encantan los lugares que nos hablan sobre el tiempo, sobre el trabajo de alguien, así es que le pedimos que queríamos verlo de todos modos. Nos encantan los lugares donde las mesas y el suelo tiene esa pátina característica de años de trabajo. Al ver el lugar lo tuvimos muy claro. En su taller es donde para mi confluye su mundo. Aquí crea las guitarras y las hace sonar por primera vez. Aquí es donde nace el mundo Bazaga. Donde él ve desorden y materiales, yo veo parte de su historia.
Fue un auténtico placer fotografiar a este músico y artesano, que nos obsequió con su música mientras saltaban los flashes. Una de esas experiencias que sólo la cámara es capaz de provocar, y que me hacen sentir muy agradecido por tener la oportunidad de vivirlas.